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Poner al fuego un cazo con el azúcar, las frambuesas y un chorrito de zumo de naranja. Dejar cocer unos minutos y triturar, luego pasar por un colador para que quede lo más fino posible y reservar en el frigorífico.
2. Ahora vamos a preparar el molde; El mio es un carton de leche vacio, los angostos no los anchos, tengo 2 barras. Quitar una de las solapas con un cortador, quitar una arandela que se encuentra en la cubierta, lavar y secar el pan, luego poner una tira de papel pergamino dentro y dejar que sobresalga de los bordes, para facilitar el desmoldado.
3. En un bol muy frío, y con los tallos bien fríos, montamos la nata que debe contener al menos un 35% de materia grasa. Batir la nata con batidoras eléctricas hasta que esté casi montada, pero con una textura cremosa, no hace falta que quede lo bastante firme para decorar tartas.
4. Una vez montada la nata, añadimos poco a poco la leche condensada, que debe estar muy fría, y batimos con las varillas a velocidad baja hasta que se integren bien los dos ingredientes. Esta será la base de nuestro helado y ahora divídelo en 3 partes lo más iguales posible. En una de las partes poner la vainilla y mezclar, en otra poner el coulis de frambuesa y mezclar y en otra el chocolate derretido y casi frito.
5. Puedes empezar con el sabor que quieras, yo empecé con chocolate. Poner una capa de chocolate en los moldes y meter en el congelador una o dos horas, y poner otra capa de crema de frambuesa, dejar en el congelador una hora más y terminar con la crema sabor vainilla y meter en el congelador durante la noche.
Mientras las capas reposan en el congelador, los tazones de crema para untar estarán esperando en el refrigerador. Sacar del congelador y cortar con cuidado los extremos del palito, para facilitar el desmoldado, servir con galletas glaseadas o directamente en los platos
